Como por entre un tubo...
Cuando los televisores eran fabricados con tubos, un día que estaba cansado de que mi esposa y mis hijos vieran tanta basura, opté por retirarles (a escondidas) uno de ellos al aparato. Me llevé el adminículo para la oficina, y cuando regresé encontré a mi señora y a los muchachos parqueados viendo su programa favorito. Muy sorprendido, les pregunté cómo era que veían televisión si –al parecer– el aparato estaba dañado. Mi esposa corrió a responderme: “¡Sí, mijo!, pero... ¡yo le pagué 100 mil pesos a un técnico para que nos lo arreglara!”.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario