sábado, 17 de abril de 2021

¡Tremenda defecada!...


Por la década de los años 80, cuando era presidente del Sindicato de Empleados Públicos del Sena Sindesena, regional del Valle, enfrentábamos una feroz persecución sindical sin precedentes. 
Entre muchas otras irregularidades, el presidente nacional de Sindesena, compañero Javier Andrade, quien trabajaba en la regional desempeñando el cargo de Asesor de Desarrollo Social, venía siendo perseguido por la administración de la entidad solo por su liderazgo: Lo tenían azotado con traslados a recónditos pueblos y veredas del departamento; movimientos a todas luces innecesarios, con la soterrada y única intención de cansarlo y aburrirlo para que renunciara.
Con el ánimo de reforzar la defensa de Javier, pedimos apoyo al representante de la Confederación de Trabajadores de Colombia CTC, ante el Consejo Directivo del SENA.
En una reunión de Junta Directiva del Sindicato, el abogado de la CTC pronunció –expresándonos el respaldo irrestricto para el compañero emproblemado– el siguiente comentario: 
“Yo –conociendo la problemática que ustedes me plantearon– me preparé muy bien para defender al compañero Andrade ante el Consejo, y… ¡me he hecho una 'deposición' la berraca sobre Javier, que ustedes ni se la imaginan!”.
Todos nos miramos, muy sorprendidos; y cuando el hombre se retiró, nosotros –en medio de carcajadas– lo criticamos: “¡Qué señor tan ignorante, cómo va a decir que 'se cagó' sobre el pobre Javier Andrade!”.
...
Solo después de cinco años descubrí que ‘deposición’ –aparte de defecar– también significa “hacer una exposición o declaración de algo”.
De modo que quienes la defecamos fuimos los integrantes de la Junta Directiva del Sindicato, por prejuzgar al dirigente sindical.
Y de las 20 personas que nos encontrábamos reunidas ese día, a unas 15 les hice caer en la cuenta el error en que incurrimos; pero… ¡ninguna conocía esta curiosidad del lenguaje!

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