Lo público, y... redundante
Citas:
1. “Su eventual rescate (el de Sabas Pretelt de la Vega) sólo serviría
para terminar de enterrarlo en la picota
pública”. (Gente y la actualidad,
Diver Gente, XI/2010, pág. 127).
2. "Princesa Letizia, sus dos caras. Una escandalosa biografía la tiene de nuevo en la picota pública". (Revista Caras, edición de aniversario, piedefoto portada, año 8, n.º 22, 20-XI/2010, 1.ª pág.).
3. “Sigue en la picota pública”. (Occidente, título en caricatura de “Jota”, 27 y 28-XI/2010, pág. 4).
2. "Princesa Letizia, sus dos caras. Una escandalosa biografía la tiene de nuevo en la picota pública". (Revista Caras, edición de aniversario, piedefoto portada, año 8, n.º 22, 20-XI/2010, 1.ª pág.).
3. “Sigue en la picota pública”. (Occidente, título en caricatura de “Jota”, 27 y 28-XI/2010, pág. 4).
Corrección: En estas citas, y en otras similares, lo correcto es
–simple y llanamente– la picota.
Comentarios:
a). "Picota pública" es redundante. La picota siempre será ‘pública’: "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos". Sucede lo mismo con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la palestra, la picota, el escarnio y la plaza; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la palestra estudiantil, la antigua picota, el escarnio familiar o la plaza mayor.
Esta redundancia “pública” es de la misma familia de "funcionario público" y de "erario público"; puesto que funcionario (a) es "persona que desempeña un empleo público"; y erario es inherente a la Administración Pública, dineros públicos. Los términos hacen referencia a la administración pública, la función pública o la cosa pública. (Los subrayados son míos).
b). Lo invito a consultar el buscador de la página virtual semana.com; se llevará la sorpresa de que existen 304 entradas en las que aparece “picota pública”; entre ellas, las de dos ediciones del pasado mes de noviembre: 1. “Roberto Gerlein, estuvo en la ‘picota pública’ por cuenta de la ponencia favorable que presentó...” (…) 2. “… tras la racha de
bochornosos episodios que han puesto en la ‘picota pública’ a algunos de sus
más reconocidos sacerdotes” (…) 3. “un crimen
espeluznante que tiene a la institución militar en la ‘picota pública’ y sumida
en una vergüenza (el crimen de Arauca) de envergadura internacional” . Estas tres últimas citas significan que en materia de lenguaje ningún medio –por importante que sea– tiene la
precaución de evitar las redundancias.
a). "Picota pública" es redundante. La picota siempre será ‘pública’: "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos". Sucede lo mismo con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la palestra, la picota, el escarnio y la plaza; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la palestra estudiantil, la antigua picota, el escarnio familiar o la plaza mayor.
Esta redundancia “pública” es de la misma familia de "funcionario público" y de "erario público"; puesto que funcionario (a) es "persona que desempeña un empleo público"; y erario es inherente a la Administración Pública, dineros públicos. Los términos hacen referencia a la administración pública, la función pública o la cosa pública. (Los subrayados son míos).
b). Lo invito a consultar el buscador de la página virtual semana.com; se llevará la sorpresa de que existen 304 entradas en las que aparece “picota pública”; entre ellas, las de dos ediciones del pasado mes de noviembre: 1. “Roberto Gerlein, estuvo en la ‘picota pública’ por cuenta de la ponencia favorable que presentó...
Y la ñapa:
Cita: "Los graves errores cometidos por los anteriores funcionarios públicos, sumados a la politización de la justicia, no permiten procesos judiciales serenos". (Semana, Nación, Miguel Gómez, 6-XII/10, pág. 49).
Corrección: "... los anteriores funcionarios, sumados a..." (o "... los anteriores funcionarios del Estado, sumados a...".
Comentario: ¡Persiste la reiteración de redundancias!
Cita: "Los graves errores cometidos por los anteriores funcionarios públicos, sumados a la politización de la justicia, no permiten procesos judiciales serenos". (Semana, Nación, Miguel Gómez, 6-XII/10, pág. 49).
Corrección: "... los anteriores funcionarios, sumados a..." (o "... los anteriores funcionarios del Estado, sumados a...".
Comentario: ¡Persiste la reiteración de redundancias!
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