sábado, 23 de marzo de 2013

Redundancias públicas

Lo público y redundante (II)
Citas:
1. "¿Por qué reclamamos actos valientes e íntegros de parte de funcionarios públicos...?" (...) "... probablementer solo quería cumplir con su deber como funcionaria pública..." (...) "... por medio del cual importantes exfuncionarios públicos se jubilaron...". (El Pueblo, n.º 40, Luz Adriana Betancourth, 30-III al 5-IV/13, pág. 6).
2. "Como se anticipa la reelección de Santos –y Angelino se retira– cualquier funcionario público que aspire a reemplazarlo tendrá que retirarse en mayo...". - "... es fundamental derrotar la apatía, la resignación, la incredulidad y la tolerancia de los funcionarios públicos".  (Semana n.º 1.611, Confidenciales y 100 preguntas comunes, 18 al 25-III/13, págs. 19 y 126).
3. “… en los diarios y noticieros hacemos seguimiento a los funcionarios públicos…”. (El Pueblo, n.º 36, Luz Adriana Betancourth, 2 al 8-III/13, pág. 6).
4. “De su experiencia en el sector privado, ¿qué aplicó como funcionario público?” (…) “No es cierto que todos los funcionarios públicos sean corruptos…”. (Semana n.º 1.607, Entrevista; y Samuel Azout, exdirector de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema Anspe; 18 al 25-II/13, pág. 55). 
Corrección: 
En las anteriores citas, y en otras similares, lo correcto es –simple y llanamente– funcionario, funcionario del Estado o funcionario estatal, y funcionario del Gobierno; también se puede decir o escribir empleado público o servidor público. Agregando a estos tratamientos –cuando se necesario– las formas del plural y del femenino.
Comentarios:
a). Persiste la reiteración –en importantes revistas y diarios del país– del error que he denominado "Redundancias públicas". 
b). "Funcionario público" es redundante. El funcionario siempre será ‘público’: "Persona que desempeña un empleo público". 
c). Sucede lo mismo con "picota pública": "Rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados o de los reos"; con "palestra pública": "Lugar donde antiguamente se lidiaba o luchaba. Lugar donde se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. Salir, o saltar, a la ~: dicho de una persona: tomar parte activa en una discusión o competición públicas; dicho de una persona o de una cosa: darse a conocer o hacer pública aparición"; con "plaza pública": "Lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas"; y hasta con "escarnio público". Todos, giros tautológicos, ya que –por sí solos– son sustantivos ‘públicos’. Deben ser, simplemente: la picota, la palestra, la plaza, y el escarnio; o estar acompañados del adjetivo calificativo que más se ajuste a la idea que se quiere expresar: la picota política o la antigua picota, la palestra estudiantil, la plaza mayor, o el escarnio familiar. 
d). Esta redundancia, “funcionario público”, es de la misma familia de "erario público"; sendos términos inherentes a la Administración Pública y a los dineros públicos; que hacen referencia a la función pública o a la cosa pública. (Los subrayados son míos). 
e). Ver –en Textos agrupados– otra entrada similar. Etiqueta del domingo 28 de noviembre del 2010.
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domingo, 17 de febrero de 2013

Publicaciones


(Cartas, edición n.º 1.607, 18-II/13, pág. 4). 
Dudosa longevidad 
El expresidente Belisario Betancur afirma, en la entrevista concedida a Semana:“… le voy a hacer una confesión: no cumplo 90, sino 88; lo que pasa es que le dije a Dalita que un hombre de 88 años es un vejestorio, y que de 90 es mucho más respetable”. Esta confidencia contrasta con el titular de la página social, en la misma edición: ¡Felices 90! 
Si bien es cierto que el 4 de febrero B. B. celebró su cumpleaños, les deja a los colombianos la duda si nació en 1925 o en 1923, y de la verdadera motivación que tuvo para cambiarse la edad. 
Es vox pópuli que, siendo muy joven –por su alto coeficiente intelectual, y en complicidad con algún jerarca de la Iglesia–, se aumentó la edad para comenzar su actividad política y acceder a cargos de elección popular. 
J. Óscar Gil G. 
Cali
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domingo, 10 de febrero de 2013

Falsa sinonimia

"Flanklin" ¿o Franklin?
Cita: “Benjamin Flanklin, Walter Isaacson. Biografía de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos”. (Revista Semana, n.º 1.605, Enfoque, Lo que leen los famosos, Gina Parody, 4 al 11-II/13, pág. 14).

Corrección: “Benjamin Franklin…”.

Comentarios:

a). No existió ningún Benjamin Flanklin.

b). Quizás a alguien se le ocurrió escribir o hablar de Benjamin “Flanklin”, y ese error se filtró a la internet; pero, por todos es conocido que el celebérrimo político, científico e inventor estadounidense era de apellido Franklin.

c). La prueba reina de lo que aseguro se fundamenta en que tiene mayor credibilidad la consulta en Google, por Benjamin Franklin, que arroja cerca de 32 millones de entradas describiéndolo como partícipe de la fundación e independencia de los Estados Unidos, y como inventor del pararrayos y de muchos objetos útiles para la humanidad; mientras que para Benjamin "Flanklin" apenas se encuentran 755 mil (advirtiendo, el navegador, Mozilla , un posible error en la búsqueda).

d). Hasta el corrector electrónico corrige el error, haciendo el cambio de inmediato. e). En el facsímil del libro se ve con claridad el nombre correcto: Benjamin Franklin.

f). La revista no se puede contagiar de estos dislates que confunden a sus lectores.
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martes, 22 de enero de 2013

Estribillos que se ponen de moda, por partida doble y... triple


Muletillas
Citas:
Los textos citados corresponden a la edición n.º 1.603 de la revista colombiana Semana, 21 al 28-I/13.
1. Escenario
a). “En el mejor escenario se podrá saber quién, y por qué, contrató los tres testigos…”. (Portada, pág. 24).
b). “Santos no puede caer en el mismo escenario de Uribe…” (…) “Si a este escenario, tan poco promisorio, le agregamos…”. (Opinión, María Jimena Duzán, ventana “lead” y contenido, pág. 39).
2. En este sentido
a).En este sentido, un ajuste cambiario se traduciría en…”. (Venezuela, pág. 51).
b).En este sentido, todo hace parte del experimento”. (…) “En este sentido, según él, esta experiencia le pertenece a…”. (Aventura, pág. 71).
Correcciones:
1. El término ‘escenario’ siempre se puede reemplazar por otros que mejoren la frase:
a). “En el mejor de los casos se podrá saber quién, y por qué, contrató los tres testigos…”.
b). “Santos no puede caer en el mismo estilo de Uribe…” (…) “Si a este asunto, tan poco promisorio, le agregamos…”.
2. Basta con eliminar el bordoncillo, y la frase queda mejor, y… menos afectada:
a). “Un ajuste cambiario se traduciría en…”.
b). “Todo hace parte del experimento”. (…) “Según él, esta experiencia le pertenece a…”.
Comentarios:
* A decir verdad, no hay error en estos giros lingüísticos. Lo que se cuestiona es el uso y abuso indiscriminado y masivo de ellos, ya que su proliferación los vuelve unos bordoncillos de los que no pueden prescindir muchos de quienes escriben o hablan.
* Ya se habla del escenario económico, político y social, y del escenario de la justicia, etc., etc.
* No lo dude, amigo lector: vamos a ver y a oír, en muchos escenarios, frases en este sentido.
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martes, 15 de enero de 2013

Un error de construcción gramatical

La “ingeniería” social
Citas: 
1. “Hay caminos para construir la paz (…) construir un modelo de desarrollo rural…”. (Centro de Investigación del Cooperativismo Cenicoop, y El Pueblo, n.º 29, aviso robapágina, 12 al 18-I/13, pág. 24). 
2. “… la ética es fundamental a la hora de construir un mejor país (…) este tipo de transformaciones se construyen desde las nuevas generaciones (…) dentro de un ambiente de construcción de nuevas miradas…”. (Semana, n.º 1.595, Foro Día Mundial contra la Corrupción, 26-XI al 3-XII/12, pág. 16). 
3. “… hace dos años estoy empeñado en la construcción de una sociedad justa, ecológica, solidaria, fraterna (…) no hemos sido capaces de construir un tejido social válido (…) En La Habana se trata de lograr el fin del conflicto, y no la construcción de una sociedad nueva. (…) Otra cosa es construir una sociedad justa y equitativa (…) para que entre todos construyamos una democracia válida”. (Semana, n.º 1.597, Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá y nuevo cardenal de Colombia, 10 al 17-XII/12, págs. 78 y 80). 
Corrección: 
En todos los casos citados, y en textos similares, el verbo y sus conjugaciones pueden ser reemplazados por otros giros que expresen la idea de servicio social: apoyar, conseguir, crear, defender, fomentar, iniciar, prestar, proyectar, u otros análogos. 
Comentarios:
a). Construir solo tiene tres acepciones, la primera referente a su principal significado, y las otras dos inherentes al aspecto gramatical: 1. Fabricar, edificar, hacer de nueva planta una obra de arquitectura o ingeniería, un monumento o en general cualquier obra pública. || 2. En las antiguas escuelas de gramática, disponer las palabras latinas o griegas según el orden normal en español a fin de facilitar la traducción. || 3. Ordenar las palabras o unirlas entre sí con arreglo a las leyes de la gramática (construir una frase u oración). 
b). Se abusa erróneamente del verbo construir porque alguien tergiversó la idea de proyectar y terminar obras de interés general (que requieren alguna tecnología) destinadas al uso público o privado, p. ej.: una casa, un edificio, un puente, etc., con las actividades de carácter social (que requieren y benefician a los ciudadanos), p. ej.: el estudio, la salud, el trabajo, el desarrollo personal y comunitario, etc.). 
c). Ahora los docentes, los gobernantes, los políticos, los religiosos y los medios de comunicación se han convertido en verdaderos ingenieros de la sociedad, ¡"construyen" intangibles!: amistad, ciudad, ciudadanía, ciudadanos, conocimiento, cultura, el arte, el cambio, el desarrollo, el imaginario, empleos, estrategias, futuro, identidad, igualdad, iniciativas,  la esperanza, las leyes, los diálogos, nación, país, parejas estables, patrimonios, perdón, propuestas, salud, solidaridad, soluciones, sueños, y... ¡hasta la paz! 
d). Ya existen clínicas odontológicas que "construyen" sonrisas, y gimnasios que ofrecen "reconstruir" el cuerpo; en Venezuela ya se contagiaron de este vicio: "construyen" el, mal llamado, socialismo bolivariano del siglo XX; y existen politiqueros que prometen... "construir" un mundo mejor (¡¿?!).
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Cómo "quemar" una colección o una edición

“Tiraje” ¿o tirada?
Citas:

1. “… explica Sergio Vilela, director editorial de Planeta, al destacar el tiraje de esta colección”. (El Tiempo, Cultura y entretenimiento, 27-XI/12, pág. 3).

2. “… “El libro (Memoria por correspondencia, de Emma Reyes), editado por Laguna Libros, salió con un tiraje de mil ejemplares”. (El Tiempo, Debes leer, 14-XII/12, pág. 29).

Corrección: “… al destacar la tirada de esta colección”.

Comentario: Tiraje es el tiro de la chimenea, mientras que tirada –según su undécima acepción en el diccionario– hace referencia a los ejemplares obtenidos de una misma plancha de impresión; y es el término que recomienda la Real Academia Española.
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